viernes, octubre 16, 2015

REGRESION (REGRESSION) / EL DESCONOCIDO



REGRESION (REGRESSION)




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Lo de Amenabar empieza a ser verdaderamente extraño: solo seis películas en casi 20 años en donde solo las dos primeras podrían ser consideradas grandes películas, una total decepción en el devenir de lo que prometía a mediados de los 90 una carera plagada de excelentes filmes, una ausencia total de estilo propio más allá de los elaborados thriller y fantástico respectivamente de Tesis y Abre los ojos, un fracaso sin paliativos en lo que muchos prometían una conquista de Hollywood- que jamás se hizo- y todavía sigue siendo un nombre atractivo para el público (incluso para aquel que no suele consumir cine español) además de dar el pego a algún sector de la crítica. Independientemente de la taquilla que haga este su nuevo filme Regresión nada le salva de la mediocridad e incluso aquellos que piensen que van a ver algo similar a la interesante pero fácilmente efectista Los Otros se sentirán decepcionados. Y es que Alejandro Amenazar -que en esta ocasión ha rodado en régimen de coproducción España-Canadá con un elenco técnico y artístico mayormente anglosajón y por supuesto en  inglés- sigue empeñado en que sus filmes rodados en la lengua de Shakespeare parezcan productos 100% Hollywood, pero lo peor de todo esto es que en el caso de Regresión no es más con un thriller norteamericano con elementos terroríficos vulgar, sin relieve y rutinario. Con cierto elemento crítico de ciertos aspectos del psicoanálisis, de los comportamientos irracionales colectivos y de la religión – que ya de por si podría ser un elemento interesante- la película naufraga con un guión previsible y nada estimulante cuyo planteamiento puede despistar a algún espectador que espere ver otra cosa. Y es que mezclar en una misma película abusos sexuales a menores y ritos satánicos puede resultar a priori muy atractivo.

La película, al parecer basada en un hecho real, nos traslado a comienzos de los 90 en una época en que en EEUU se registraron bastantes casos de sectas y rituales satánicos. Ethan Hawke interpreta al detective de la policía de un pequeño pueblo de Minnesota  Bruce Kenner, quien investiga los posibles abusos de un vecino a su hija de 17 años, Angela (Emma Watson). La intervención en la investigación de un profesor de psicología (David Thewlis) dará paso a la técnica hipnótica de la regresión mediante la cual se averigua la posible conexión de la disfuncional familia de Angela con unos truculentos ritos satánicos. Un guión desmañado y plano y una ausencia total de cómo presentar elementos de terror psicológico y de suspense de una manera digna (algo que Amenabar ya demostró hacerlo excelentemente a finales de los 90) dan al traste una película que pese a todo formalmente está bien resuelta y que atesora interesantes interpretaciones actorales. Pero falta credibilidad, mayor profundidad en el terror psicológico- Amenabar solo parece apostar por manidos y pueriles recursos hollywoodienses del género- y por que no más originalidad ya que da la impresión de que mucho de lo que cuenta esta película lo hemos visto cientos de veces. Algún día Alejandro Amenazar tendrá que dejar de dar gato por liebre y de quitarse ese impostado disfraz de mezcla imposible de Shyalaman, Julio Medem, Spielberg y un Hitchcock de rebajas con ciertos elementos de moralina y ética filosófica barata y mostrarse el cineasta sólido y original que prometió en sus comienzos. Esto es la consecuencia de sobrevalorar demasiado a un creador.


 
EL DESCONOCIDO
 

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Con una premisa realmente brillante y un esfuerzo técnico descomunal el debutante Dani de la Torre ha conseguido la que puede ser la mejor película española de 2015. Un thriller tenso, extraño y desasosegante que con trasfondo de crítica social de la más rabiosa actualidad enseña unas credenciales de excelente filme. Su cierto tono hollywoodiense y su estética de filme de acción contemporáneo en donde se esperan persecuciones, explosiones, choques y demás - y aunque si que hay algo de eso, tampoco es mucho- puede llevar al prejuicio o sencillamente a esperar otra cosa, pero El Desconocido es mucho más que eso, es una película inteligente más que efectiva con un excelente guión de Alberto Marini que sin apenas concesiones a los tópicos comerciales del thriller-acción juega con la cabeza y el corazón del espectador en un carrusel de emociones en medio de una situación límite delirante donde el personaje central se pone a prueba a si mismo desde todos sus aspectos (su integridad moral, su vida familiar, su creencia ciega en el éxito profesional) mientras su conciencia parece no dejar de atormentarle pese a ser él mismo no más que una víctima en manos de un agresor desconocido que amenaza con quitarle la vida. Luis Tosar en un nuevo recital interpretativo es prácticamente la película en sí dando vida a Carlos,  un directivo bancario gallego que poco después de que recibir una llamada de sus superiores comunicándole que los chanchullos de su banco vana a salir a luz de un momento a otro, recibe mientras lleva a sus dos hijos al colegio una nueva llamada, la de un hombre que el comunica que bajo los asientos de su coche hay una bomba que estallará si no accede satisfacer sus peticiones, las cuales deben ser llevadas a cabo en pocas horas y sin que Carlos ni sus hijos se levanten del automóvil ya que de lo contrario estallará.     

El filme se aprovecha tanto de convencionalismos de la road movie como de elementos del thriller sobre terrorismo pero en su afán de mostrar todo un estudio psicológico del estado mental de su atormentado protagonista y de las circunstancias que le rodean en ese momento – entre kafkianas y de un hondo dramatismo- se eleva a una película en donde literalmente no se da tregua a las emociones del espectador echando mano al drama descarnado (servido por la situación de los dos hijos del protagonista) pero con la circunstancia añadida de que no es sencillo empatizar con un personaje potencialmente antipático como Carlos, más un villano que un héroe y que Luis Tosar, insistimos, borda.  Muy bien rodada con cámaras desde todos los ángulos posibles- desde dentro del coche, en la carretera, en vista aérea- y con escenas vertiginosas en donde las carreteras urbanas de A Coruña se convierten en escenario de lo que en ciertos momentos es una infernal cabalgata, El Desconocido muestra que en lo tocante al cine de género el cine español ya no tiene que envidiar mucho al realizado en otras latitudes. El mensaje final del filme, además, resulta enormemente significativo en una película muy recomendable. 

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