jueves, noviembre 06, 2014

El Aparatito Lumiere LOREAK




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Una buena muestra de que desde un planteamiento modesto y con medios no muy rutilantes el cine hecho en la península puede parir obras interesantes, siempre que-como en este caso- haya una historia bien contada y emotiva aunque sencilla y muchas ganas de hacer buen cine conmoviendo y tratando de no dejar indiferente ale espectador aunque no siempre se atine con las dosis necesarias para conseguir la mezcla para realizar un buen producto. Es este el segundo largometraje conjunto de los jóvenes directores guipuzcoanos Jon Garañano y Jose Mari Goenaga (En 80 días) quienes han optado por rodar en euskera este drama universal que nos viene a decir lo importante que es la comunicación en la vida de las personas y nos recuerda el valor de los símbolos y del lenguaje sin palabras, representado en la historia por las flores de obsequio a las que hace referencia el título (flores en castellano). Un filme que no pasará a los anales pero que si que demuestra que para ser un buen cineasta no hace falta ni altos presupuesto, ni golpes de efecto, ni tan siquiera comercialidad algo que en el cine español se esta dando mucho últimamente tal vez como un intento desesperado de reconciliar al público con el cine de aquí en un divorcio debido principalmente a prejuicios infundados.



Loreak cuenta las tribulaciones de Ane (Nagore Aramburu) una mujer en la cuarentena cuyo matrimonio hace aguas por la incomunicación y la falat de atención de su marido que un día comienza a recibir un ramo de flores de un remitente anónimo y así todas las semanas. Por otra parte, Beñat (Joxean Bengoetxea) un compañero de trabajo se esfuerza últimamente en asesorarla sobre las propiedades de las plantas recibidas que ella expone en su lugar de trabajo dando que pensar a Ane. Un trágico e inesperado giro del destino –la muerte de Beñat-  terminará uniendo el destino de Ane con el de su compañero de trabajo y su familia, en donde su viuda Lourdes (Itziar Ituño) y su madre Tere (Itziar Aizpuru) intentarán por separado averiguar el secreto que Beñat parece haberse llevado a la tumba. Con relaciones personales, conyugales y familiares muy bien descritas y un admirable pulso para llevar el drama con buen puerto sin caer en artificios, además de ciertos insertos de thriller, Loreak resulta una película interesante y nada aburrida enaltecida por el calor humano de su puesta en escena -unas interpretaciones en general muy buenas, especialmente la de Itziar Aizpuru como etxekoandre vasca todo aplomo y determinación- y un estilo cuidado y preciso aunque tal vez algo televisivo en ocasiones. No obstante, la  utilización de recursos dramáticos muy vistos (la enfermedad de la madre) y  unos agujeros nada convincentes en un guión que descuida algunos personajes y ambientes que podían ser importantes (el marido de Ane y la situación familiar de estos) impiden que esta película sea excelente y al final nos quedemos cinematográficamente a medio gas aunque eso sí con el mensaje perfectamente captado. Y es que en los tiempos que corremos este tipo de películas se agradecen.

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