martes, mayo 08, 2012

El Aparatito Lumiere LOS VENGADORES (THE AVENGERS)




*

Está visto que la cosa ya no da más de si. Lo de las adaptaciones cinematográficas de los superhéroes de la mítica editorial Marvel, me refiero. Cuando hace más de diez años todo empezó con Spider-Man la cosa parecía prometer, pero tras todo este tiempo y unas más que discutibles películas con casi todo el catálogo de personajes Marvel convertidos en seres de carne y hueso y traspasados a la pantalla grande (Hulk, X Men, Daredevil, Ghost Rider, Iron Man, 4 Fantásticos, etc.) da la impresión de que ya no hay mucho más (o nada) que contar. Pocos personajes o series importantes quedaban ya de Marvel Cómics a la espera de ser adaptados, y entre ellos una de las series estrella: Los Vengadores, un dream team de los superhéroes de la casa que se publica desde principios de los 60 y que desde entonces ha cambiado frecuentemente de formación con personajes preexistentes y otros creados expresamente para dicha serie. La adaptación de The Avengers estaba claro que iba a ser uno de los proyectos cumbre de la división cinematográfica de Marvel (ahora adquirida por Walt Disney Productions) y se ha querido tirar la casa por la ventana con el mayor presupuesto para uno de sus  filmes y la participación de varios  de los personajes que ya habían hacho su aparición en el celuloide cine interpretados casi todos por los actores que les dieron vida en sus respectivas películas. Así, tenemos a Robert Downey Jr. de nuevo como Iron Man, en cuya saga ya aparecía Scarlett Johansson como Viuda Negra y Samuel L. Jackson como Nick Furia (además de cameos en otros los filmes Marvel); Steve Rogers como Capitán América; y el chorvo de Elsa Pataki Chris Hemsworth como Thor (estos dos últimos filmes fueron una especie de precuelas de la presente película). Por su parte, Mark Ruffallo es el tercer David Banner cinematográfico mientras que su verde y gigantesco alter ego Hulk vuelve a ser una creación digital bastante lograda por cierto pero igual de cansina que el resto de actores reales. Porque Los Vengadores es un grandgiñol de acción, fantasía y efectos grandilocuentes tan previsible, reiterativo, simplón y tontaina que el contar con un reparto casi de lujo (con Stellan Skarsgard y Gwyneth Paltrow incluidos) es totalmente intrascendente.

Esta claro que resulta imposible tomarse con realismo y credibilidad el peculiar universo Marvel y que es necesario entregarse a su épica y a su acción sin devanarse mucho los sesos para poder disfrutar de las aventuras de unos personajes cuyo calado ha traspasado las fronteras del cómic y muchos son ya todo unos iconos de al cultura occidental, pero el lenguaje cinematográfico no es tan estricto y delimitado como el del cómic y siempre exige más a cualquier historia, narración o manera de contar en imágenes. Así, Los Vengadores, atada a todos los clichés imaginables del género de superhéroes y rodada rutinariamente por Joss Whedon, es aburrida y escasamente emocionante. Sus espectaculares escenas de acción, aunque vistosas, son pura pirotecnia visual para 3D y su estética, a veces atrayente, esta totalmente supeditada a la naturaleza infográfica de la mayor parte de las imágenes del filme. Para fans irredentos de los superhéroes y poco más.       

domingo, mayo 06, 2012

Mis 50 discos que te cagas (49): RADIOHEAD – THE BENDS (1995)


 

La aparición del segundo álbum de Radiohead demostró que el rock alternativo de los 90 tenía un margen de evolución musical mucho mas amplio de los que se creía, a parte de los esquemas del Indie americano, el grunge, el rock industrial y el noise. Y es que ya en la segunda mitad de la década los británicos habían vuelto a tomar la iniciativa en la creatividad musical consiguiendo además remozar el pop rock de una manera mucho más refrescante de la que eran capaces los muchas veces repetitivos yankis gracias a eso que se dio en llamar el Brit Pop, el regreso al Pop rock british de toda la vida partiendo de premisas alternativas y con innovaciones musicales inspiradas en el legado estadounidense de los primeros 90. Radiohead, que con su primer álbum Pablo Honey (1993) se había convertido en la banda alternativa británica del momento especialmente por el éxito de su tema Creep, se vio agobiada por las presiones de la industria musical y del público y ellos mismo terminaron cansándose de su sonido Indie aún demasiado filoamericano y grunge viéndose en la necesidad de renovar con urgencia su sonido. The Bends  fue la respuesta inglesa, tan innovadora y creativa como chovinista ante el cada vez más rutinario rock independiente americano, aunque aún era perceptible el influjo de bandas como Smashing Pumkins o Soundgarden y carecía de la inmediatez comercial de los primeros grupos etiquetados como Brit Pop, tales eran Oasis, Blur o The Verve. Sonaba extraño, híbrido, heterógéneo y en ocasiones marciano, pero poco a poco crítica y público acabaron adorando The Bends y tras la tibia acogida inicial pasó a convertirse en un LP de culto que desde luego resultó decisivo en la música popular de los 90. Y claro está, Radiohead lograron auparse como uno de los mejores grupos del planeta por derecho propio con una nutrida legión de seguidores.  La banda de Thom Yorke, aplicados investigadores y currelas musicales de enorme valía artística, en lo sucesivo no ha dejado ni un momento de evolucionar y de renovar drásticamente su sonido  y ahí sigue, ofreciendo discos sorprendentes, innovadores y competentes. Pero vayamos a lo que íbamos.

El contenido de The Bends muestra de alguna manera el bajo estado de ánimo que vivía el líder, cantante y guitarrista Thom Yorke, con un sonido en ocasiones oscuro y deprimente e incluso fantasmagórico, unas voces melodramáticamente quejosas y en semi falsete y letras enigmáticas de poesía urbana postmoderna sobre las miserias y avatares de la sociedad contemporánea. Pero la oscura belleza de gran parte de los temas del álbum es innegable, así como su apabullante variedad y versatilidad incluso en un mismo tema. Con todo, The Bends puede ser visto como un disco de  total homogeneidad, servida sobre todo por su sonido imponente servido por su ubicua instrumentación . El primer single, High and Dry ya demostraba la habilidad del quinteto de Oxford para conjugar delicadeza melódica con fuerza guitarrera, rítmica potente y un tono oscura sin renunciar a bases acústicas; era más o menos lo que habían anticipado con el single de 1994 My Iron Lung, que se incluye también en The Bends, una alucinante combinación de medio tiempo rockista de regusto brit con marasmo guitarrero semi grunge en un tema cuya instrumentación fue grabada en directo para más tarde añadir la voz de Yorke grabada en estudio: el cambio rítmico fortuito será una marca de al casa en Radiohead en la segunda mitad de los 90. La perfecta emocionante versatilidad y la variedad es la tónica en este LP, con momentos de rock de estadios casi hard como Bones y pasajes de intensidad casi progresiva y tono arty como la sublime Street Spirit (Fade Out), el último single (y tema) del álbum y uno de los mayores hits del mismo, una maravilla semi acústica que pone los pelos como escarpias con la afectada y sentida interpretación vocal de Thom Yorke; uno de los temas más valiosos y emocionantes del pop-rock de los 90   

Just, muestra la fluidez instrumental y la conjunción de la banda para crear sonidos casi experimentales e hipnóticos, gracias muchas veces a la versátil guitarra de Johnny Greenwood. Planet Telex sonaba dream pop pero también pendenciero y envolvente sin casi ninguna pista de sonido sin cubrir. Y la preciosa balada Fake Plastic Trees sigue enamorando y sonando en directo tan imponente y emocionante como siempre aunque a la banda al principio no le gustaba mucho. En definitiva, unos argumentos musicales de primer orden para una banda que demostraba que estaba llamada a hacer grandes cosas y a estar entre los mejores. Porque tras una obra maestra como The Bends, el grupo, lejos de acomodarse, demostró su grandeza y ofreció un LP aún mejor: entonces la gloria llegó. 


FICHA TÉCNICA

Géneros: Pop Rock Alternativo, Noise, Art Rock, Rock Experimental, Brit Pop, Dream Pop
Publicación: marzo 1995
Sello original: Parlophone
Producción: John Leckie
Duración: 48:37
Músicos:
Thom Yorke: voz,  guitarra, piano, arreglos de cuerda
Johnny Greenwood: guitarra, órgano, teclados, piano, flauta, arreglos de cuerda
Colin Greenwood: bajo
Ed O´Brien: guitarra, coros
Phil Selway: batería, percusión
Caroline Lavelle: violonchelo
John Matthias: violín, viola

Track listing

1- Planet Telex
2- The Bends
3- High and Dry
4- Fake Plastic Trees
5- Bones
6- (Nice Dream)
7- Just
8- My Iron Lung
9- Bullet Proof. I Wish I Was
10- Black Star
11- Sulk
12- Street Spirit (Fade Out)